Las OSC dependen de un liderazgo eficaz para cumplir con su misión y llevar a cabo sus programas. Un liderazgo eficaz consiste de una asociación entre el Directorio y la Gerencia, con cada uno de ellos debiendo cumplir un rol fundamental.

Es necesario que las organizaciones tengan una misión bien definida y todos sus programas deben estar encaminados al logro de tal misión, en la forma más eficiente y efectiva posible

Las OSC deben examinar periódicamente su misión (esto es, a lo menos cada 5 años), para determinar que la necesidad por sus programas o servicios sigue existiendo.

La información respecto a la misión de la OSC, su órgano de gobierno, sus actividades programáticas, sus finanzas y principales fuentes de ingreso (respetando el derecho de aquellas que quieran permanecer anónimas), miembros de su junta directiva y miembros del personal, debe proporcionarse libremente.

Es importante que las organizaciones evalúen periódicamente la exactitud, transparencia y oportunidad de sus informes financieros y operacionales y adoptar medidas para proteger la integridad de sus sistemas de información.

Esto puede ayudar a reducir los riesgos, aumentar la estabilidad financiera, aumentar la independencia, aumentar la visibilidad y aumentar la flexibilidad de la organización.

Las OSC deben evaluar periódicamente la exactitud, transparencia y oportunidad de sus informes financieros y operacionales y adoptar medidas para proteger la integridad de sus sistemas de información y de la correcta utilización de los recursos presupuestados. Con esas informaciones bien aclaradas, es importante transparentarlas para las partes involucradas o interesadas.

Una de las responsabilidades fundamentales del liderazgo de una OSC es la de asegurarse que la organización está gobernada y opera, no sólo de manera legal, sino también siguiendo altos estándares éticos.

Al involucrar a los voluntarios en las actividades y proyectos de la organización, se crea un sentido de pertenencia y una comunidad solidaria que trabaja en conjunto para lograr un bien común. La promoción del voluntariado también puede ayudar a aumentar la visibilidad de la organización y a crear una red de apoyo más amplia y comprometida.

Una política de este tipo ayuda a crear un ambiente de trabajo inclusivo y diverso, donde se reconoce y se celebra la diversidad de perspectivas, habilidades, experiencias y antecedentes culturales. Además, promueve la equidad y la justicia social al abogar por la eliminación de barreras y la igualdad de acceso a recursos y oportunidades para todos.