El maltrato hacia las personas mayores es un problema social mundial que afecta la vida y los derechos humanos de millones de personas en todo el mundo, constituyéndose en un problema que merece la atención de toda la comunidad. Situación que se ha agudizado con la llegada de la pandemia por COVID-19 donde las personas mayores están siendo foco de atención, al ser uno de los grupos más afectados.
Hoy queremos invitarlos a visibilizar una realidad que durante mucho tiempo se invisibilizó. Como sociedad, tenemos el deber de resguardar un trato digno y de promoción de los derechos humanos en la vejez, con o sin crisis sanitaria.
Ante la pandemia, hemos visto cómo se han visto afectados algunos derechos de las personas mayores, como; el derecho a la vida, a la salud, a la autonomía personal, a la atención sanitaria oportuna, a los cuidados paliativos, a la seguridad y a disfrutar de una vida libre de violencias, abusos o negligencias. Sin lugar a duda, la crisis sanitaria ha expuesto las desigualdades preexistentes, y sobre todo el edadismo y la discriminación, en el trato infantilizador y de objeto de cuidado recibido por parte de muchos medios de comunicación e incluso desde autoridades de gobierno, sin percibir, que, sin importar la edad, las personas son siempre sujetos de derecho y el cuidado es uno más de estos derechos. Los que deben ser garantizados, ante todo.
Vemos con preocupación, que las respuestas a la pandemia hasta la fecha no han logrado incluir adecuadamente a las personas mayores, lo que deja de manifiesto la necesidad de crear marcos legales más fuertes a nivel nacional e internacional para proteger los derechos de las personas mayores y así poder brindarles seguridad en términos de salud y bienestar social, emocional y económico.
Es urgente que el Estado acelere el desarrollo de propuestas y medidas inmediatas para garantizar el bienestar, y la dignidad de las personas mayores; escuchando su voz para dar respuesta a sus necesidades frente a la pandemia en el más corto plazo, así como, definiendo una estrategia a mediano y largo plazo, con prioridad en la mejora de mecanismos de participación en el Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre Envejecimiento de Naciones Unidas. De esta manera, podremos contribuir activamente como país, al desarrollo de propuestas concretas para una Convención de la ONU, sobre los derechos de las personas mayores.
La Agenda 2030, para el Desarrollo Sostenible y el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento, es clara al enfatizar que las personas mayores tienen derecho a una vida digna y libre de toda forma de abuso. Por lo tanto, se hace fundamental promover una cultura del trato digno; a la hora de relacionarnos con los mayores. Una mirada que hable de respeto, reconocimiento y la gratitud de parte de todos, pues, las personas mayores son protagonistas de su propio desarrollo y partícipes de la construcción de la sociedad.
Envejecer con dignidad y calidad de vida, es una meta humana irrenunciable.
Mesa de personas mayores,
Comunidad de Organizaciones Solidarias